Puente de la Inmaculada, Madrid, lluvia... ideal escenario para ir al cine y al teatro.. El resultado han sido unos intensos días culturales. Comenzaré por la película del sábado, Persiguiendo un beso a medianoche, por un vez traducida literalmente de su título original.
La historia de Wilson y Vivian, ejemplo de vidas truncadas, es la de jóvenes arrastrados a Los Ángeles en busca de fama y fortuna, de personas solitarias en ciudades de millones de habitantes.. Hoy en día esta gente se conoce mediante Internet y sus webs de contactos.. Los encuentros, a menudo surrealistas, a veces sorprenden con historias esperanzadoras en las que se descubren personas que anhelan cariño, compresión y compañía más allá del sexo de una noche.
Este es el trasfondo de este film independiente americano que nos recuerda que todavía hay gente allí capaz de ofrecernos buen cine con muy poco. Omnipresente en festivales, ha ganado varios premios y alabadoras críticas gracias a un original montaje en blanco y negro y sobre todo unos excelentes diálogos, rápidos y mordaces, que despiertan sonrisas instantáneamente y que poco a poco van conectando a los protagonistas..
Wilson y Vivian quedan tratando de no pasar la noche de fin de año sólos y más allá de eso sus vidas encuentran las fuerzas y energía para resurgir, para revivir esperanzas y creer en un futuro mejor. En resumen, el director, Alex Holdridge, nos insufla ánimo para creer en el amor y la amistad sin caer en tópicos sentimentalistas, teniendo muy presente las dificultades que surgen en el camino.
Os dejo como de costumbre las críticas de la Guía del Ocio y de Filmaffinity.
No hay comentarios:
Publicar un comentario