Adventureland se adentra en la realidad de un grupo de adolescentes americanos de los 80 pertenecientes a familias de clase media y que trabajan durante el verano en un parque de atracciones para ganarse un dinero.
El pintoresco parque se convierte en el marco para el desarrollo de las relaciones entre los jóvenes, amores, traiciones, celos,… Historias contadas con cierto tono trascendente y afectado, lejos del esperpento y superficialidad habituales de Hollywood pero sin conseguir resultar entrañable ni hilarante.
Jesse Eisenberg encaja bien en su personaje y Kirsten Stewart se reivindica en un papel consistente por encima de su registro en Crepúsculo.
Adventureland es, al fin y al cabo, un título que se deja ver, pero olvidable pues no nos atrapa ni emociona. Lo más memorable, su recreación de un parque de atracciones ochentero con cierto aire retro y evocador.
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