jueves, 26 de febrero de 2009

Bienvenidos al Norte, excelente entretenimiento


Ayer una buena amiga me preguntaba si había visto Bienvenidos al Norte... le dije que sí y entonces recordé que tenía que escribir sobre ella en el blog. 

Los franceses disfrutan de un cine mucho más maduro que el nuestro y donde el objetivo principal es el espectador, razón por la cual no tiene los problemas de taquilla del cine español. Nuestra gastada fórmula de guerras civiles y dramas sociales allí se transforma en una variedad mucho más estimulante. Queda claro que soy aficionado al cine francés. 

Una muestra más de esta realidad es Bienvenidos al Norte, película que ha llegado a España precedida de un enorme éxito en Francia ya que es, ni más ni menos, que la más vista de la historia de ese país. Éxito refrendado en países como Bélgica. La receta sin embargo no es nueva, comedia fácil, cercana y entretenida, un género que los franceses dominan como nadie.

El director y actor Danny Boon nos cuenta la historia de un funcionario de correos que vive en el Sur de Francia y que anhela un destino en la Costa Azul para complacer a su mujer y mejorar su vida matrimonial. En su desesperación por conseguir el traslado utiliza todos los medios que se le ocurren y al final lo que consigue es que le envíen al Norte de Francia, una zona con fama de fría e inhóspita y cuyos habitantes hablan un dialecto peculiar. Philippe no tiene otro remedio que trasladarse pero lo hace en solitario dejando a su mujer en el Sur. Una vez allí descubre para su sorpresa que la vida en el Norte es muy agradable. 

Con este sencilla idea Boon construye una película muy divertida y sin pretensiones que explota al máximo el choque de lenguas entre el recién llegado y sus compañeros del Norte. Se suceden las situaciones cómicas, unas con más sentido que otras, pero siempre con un tono fresco y entrañable. Quienes sepan francés podrán disfrutar plenamente de las confusiones lingüísticas, el resto debe conformarse con el extraño acento que los traductores se inventan para emular al ch'tmí característico del Norte de Francia. Los actores cumplen a la perfección.

En resumen, una excelente muestra de cómo hacer cine entrañable y altamente divertido con una idea sencilla y pocos recursos. No apta para amantes de historias complejas y dramáticas.

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