Varias son las citas gastronómicas que tengo pendientes. Comienzo por el descubrimiento de esta semana, un restaurante de Logroño, donde estaba de viaje de trabajo.
Sin duda la referencia a la hora de comer en Logroño es la Calle Laurel y sus bares de vino y tapa. El miércoles tuve tiempo de comprobar su bien merecida fama... El martes sin embargo tras un duro día de trabajo decidimos cenar en un restaurante algo más tranquilos. Nuestros compañeros de allí nos recomendaron Las Cubanas, que está en la misma zona que los bares.
El local es no es muy grande, la decoración es minimalista y sencilla. El servicio bastante atento. La carta se distingue por tener dos partes diferenciadas, una clásica con los platos tradicionales de la zona y otra más atrevida y moderna. Como varios éramos devotos de la cocina creativa optamos por la última.
A los entrantes un muy rico carpaccio de carabineros, unos correctos dados de atún caramelizados en soja y unas estupendas alcachofas salteadas de jamón. A los segundos varios optamos por el cochinillo con salsa de naranja, muy jugoso y sabroso. Otro compañero optó por el bacalao y también quedó encantado. A los postres tomé un sorbete de mandarina con vodka, suave y muy bueno. El bombón de chocolate con helado estaba correcto.
Tomamos un Fernández de Piérola muy correcto. Nos invitaron así que no sé a cuánto salimos aunque por los precios de la carta, nada descabellado.
En resumen, una buena alternativa para aquellos adeptos a la buena y creativa comida que ya hayan probado la famosa Calle Laurel de Logroño.
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