La vida del inversor particular no es sencilla. La mayor parte del día la dedica a su trabajo, alejado normalmente de los mercados financieros, y después a su familia y amigos. Por tanto, encontrar tiempo para realizar inversiones en bolsa no es fácil.
Más aún cuando actualmente las formas de inversión actualmente son tan diversas. Desde fondos de inversión de todo tipo, renta fija, renta variable, materias primas, divisas,...
No es de extrañar por tanto que muchos inversores particulares deleguen sus decisiones en asesores profesionales. Pero bueno, para los que persisten en llevar las riendas de sus inversiones, hoy me aventuro a lanzar un par de recomendaciones. Recordad, eso sí, que son ideas desde una perspectiva value, desde la convicción de que en la bolsa como en el trabajo se requiere esfuerzo, estudio y mucho análisis.
La primera, sencilla y a la par, difícil de cumplir. Establecer límites globales, ámbitos de inversión. Si uno se siente cómodo con los fondos de inversión pues adelante, incluso dentro de este área hay hoy en día muy diversas formas de trabajar y por tanto que analizar... Si se quieren minimizar riesgos la renta fija es también un mundo complejo y lleno de variantes. En mi caso, prefiero la renta variable, y dentro de ella el mercado español (por su cercanía). El tema es centrarse para poder dedicarle al tipo de inversión seleccionada el poco tiempo disponible y así poder tomar decisiones basadas en el estudio.
La segunda ahonda en la misma dirección. Más límites. Establecer lo que denomino un Cuadro de Mando. Utilicemos el ejemplo de la renta variable. Con la frecuencia deseada, típicamente un año, realizar un análisis en profundidad de un amplio abanico de acciones de nuestro ámbito de inversión. El objetivo es crear una lista corta o Cuadro de Mando, que marcará las opciones de inversión durante los siguientes doce meses.
Se trata de concluir aquellas empresas que, basadas en nuestro método de inversión, resultan interesantes de cara al próximo año. Lo lógico es que en él se encuentren al menos nuestras empresas en cartera. Realizado el esfuerzo, optimizamos el tiempo dedicado utilizándolo únicamente en este Cuadro de Mando. Seguirá siendo difícil determinar el Margen de Seguridad óptimo, el momento de comprar y por supuesto el de vender, pero al menos los esfuerzos estarán dirigidos a compañías interesantes, estaremos enfocados.
Dónde está el límite del Cuadro de Mando, que proporción de empresas se ha de incluir? Esto es muy personal y dependerá varios factores, pero como norma general, se puede seguir la regla del 80/20, es decir, reducir el Cuadro de Mando al 20% de las empresas de nuestro ámbito de inversión.
Qué hacer si durante el año detectamos nuevas opciones, empresas que empiezan a cuadrar en nuestro método? Sencillo, hay que apuntarlas, dejarlas para su revisión en el siguiente estudio anual. Mientras mantenernos concentrados en nuestro Cuadro de Mando.