La semana pasada realicé algunos en mi cartera de inversión en renta variable.
He reforzado mi posición en Clínica Baviera, uno de mis valores principales. Los motivos son dos, como buena empresa cíclica se estima una clara mejora de resultados de cara al 2010 conforme pase la crisis. A ello hay que unir que la apuesta internacional debe comenzar a dar sus frutos poco a poco. Al mismo tiempo los precios actuales son bastante atractivos, en base al precio objetivo marcado por los analistas (hay un buen margen de seguridad) y me permiten rebajar el precio medio de adquisición ostensiblemente, subsanando en gran parte la precipitada toma de posiciones del año pasado. En resumen, una corrección del precio de entrada en una empresa con buenas perspectivas a medio.
He desecho mi posición en Laboratorios Rovi. Compré justo cuando el mercado tocó fondo en marzo y con mucho margen de seguridad, así que la mejora en el valor ha sido notable durante la escalada de la bolsa de los últimos meses. Las razones de la venta son, como en el caso anterior, dos. Ha llegado septiembre y son él cierta incertidumbre, ya que todo el mundo espera un reajuste bursátil, recordemos que hemos vivido una de las subidas más rápidas de las historia desde mínimos. Los resultados del primer semestre han sido decepcionantes y de hecho las estimaciones de beneficios han bajado notablemente. La anunciada mejora de dos dígitos se ha transformado en unos valores inferiores a los de 2008. Ante la agitación global y el empeoramiento del valor decido salir con una plusvalía después de impuestos (los actuales, claro) del 71%.
Las plusvalías de Rovi me permiten aumentar mi liquidez de cara a lo que espero sean unos meses volátiles donde surjan buenas oportunidades.
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