Había oído hablar bastante del restaurante Sula así que en septiembre de 2008 lo visité por primera vez. Tras una segunda, y encantado con el tapeo que degusté las dos veces, decidí ir a cenar hace poco y comprobar si mantenía el mismo nivel.
Sula es un restaurante que apuesta por una cocina moderna y de excelentes materias primas sin olvidar una cuidada decoración, de estilo vanguardista. Dispone de dos puertas, la de la izquierda da entrada a la zona de tapas, un espacio de techos infinitos, tonos grises y llamativas paredes que cautiva. La de la derecha nos lleva a zona de tienda gourmet que sirve de preámbulo del restaurante, que se reparte entre la planta baja y la de arriba. Tras conocer ambos espacios se nota cierto desequilibrio... la espectacularidad del bar de tapas supera ampliamente al restaurante. Aunque conserva las mimas líneas los techos bajos deslucen el diseño y las mesas y sillas no destacan...
En cuanto a la comida, el tapeo las dos veces ha resultado brillante... las raciones de jamón son exquisitas y van acompañadas de un riquísimo "pan de cristal" que traen de Barcelona explícitamente. El pulpo ideal junto a un espumoso de patata sorprendente y delicioso. Las croquetas de jamón muy buenas. Para el final una especialidad de la casa, el cubalibre de foie... espectacular!
La cena fue más desigual. Repetimos el cubalibre de foie, de diferente textura pero también delicioso. La ensalada de pulpo irregular ya que el pulpo no estaba en su punto... el resto, las patatas revolconas, las alcachofas y chutney de chorizo muy ricos... De segundo tomamos el Rissoto ibérico (ración mínima para dos) y aunque estaba bueno y original, quedaba algo salado y lejos de ser memorable. De postre un rico Tiramisú y un sorprendente y apetitoso Postre de cine (mousse de donut con chocolate, palomitas caramelizadas, coca-cola y helado).
El tapeo sale por unos 25 euros, mientras que la cena sale por unos 50. Aunque no es barato, el tapeo es de lo mejorcito que conozco. El restaurante sin embargo debe mejorar para estar a la altura.
En resumen, cenamos bien pero dadas las expectativas creadas y el precio esperábamos más. El tapeo, imprescindible!
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