Como ya comentaba días atrás la avalancha de series históricas nacionales continua y el lunes tuvo lugar el esperado estreno de Hispania, probablemente la gran apuesta de Antena 3. Mis primeras conclusiones debo decir que fueron positivas.
Pronto se aprecia que Hispania es una propuesta valiente, innovadora en el panorama nacional, un producto histórico cargado de acción, con claros guiños a los dos films que han marcado el género en los últimos años, Braveheart y Gladiator.
De inicio se notan los titubeos del que experimenta en territorio desconocido, pero también los rasgos diferenciadores de Hispania con respecto a lo ya conocido. Vemos una apuesta por las peleas y batallas, por el olvido del humor fácil, por el ritmo y las tramas paralelas.
En el debe una factura voluntariosa en cuanto a escenas de paisajes naturales propias del género épico pero tan sólo correcta en el resultado global. Se aprecia la falta de medios en determinadas tomas aunque algunas de ellas se acaban con solvencia.
A resaltar un guión que sin deslumbrar aporta un resultado coherente y consistente.
Probablemente el mayor punto débil de la serie se encuentre por el momento en un reparto poco habituado al mundo romano y más a institutos y barrios de ciudad del siglo XXI. Especialmente desubicado Juan José Ballesta. Bien Lluís Homar y Roberto Enríquez. Mejor de lo esperado Jesús Olmedo. Sorprendente Hovic Keuchkerian como Sandro.
En definitiva, prometedor debut el de Hispania. Pero no olvidemos que tras el estilo y rumbo marcado por el capítulo inicial debemos ver cómo avanza la serie, si no se pervierten los principios en pos de mayor audiencia y se mantienen los valores de esta apuesta valiente.
Para olvidar, sin embargo, el sin fin de vaivenes de la programación en lucha directa con T5. Estrategias que una vez más muestran el poco respeto de los diferentes canales hacia el espectador y la cantidad de improvisación y poca planificación que los gobierna.
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