Uno de los films de 2009 fue Crazy Heart, protagonizado por el siempre espléndido Jeff Bridges, que encontró en esta película la forma de reivindicarse en un papel hecho a su medida y lograr el Óscar.
La historia, simple, cantante de country decadente y alcohólico conoce a chica que revoluciona su triste y oscura vida. Claras reminiscencias con un título reciente, El luchador de Rourke y Arronofsky.
En la forma, un film lento, no apto para todos los públicos, que explora el día a día de los cantantes de bares, boleras y sitios del estilo propios del medio oeste americano. Country y whisky a raudales, áridos desiertos y ambientes lúgubres.
En el fondo mucho más, historias de perdedores, de hombres que desperdiciaron una vida por otra vacía, sencilla, con mucho alcohol, poco dinero y mujeres sin rostro. Historias también de mujeres seducidas por el atractivo del rebelde e irreverente, del chico malo. mujeres pasionales en busca de una vida de aventura que renueve sus vidas cotidianas. Historias de redenciones, de momentos y lugares que te atrapan, te sublevan, te arrastran y te hacen cambiar... Emociones comedidas pero intensas, muy vitales.
Crazy Heart nos trae el oeste americano, de paisajes interminables y desiertos, de la mano de un magistral Jeff Bridges que no duda en acaparar y conquistar a la cámara con su cantante de country venido a menos. Merecido el Óscar, sin duda. Junto a él pequeños papeles para Robert Duvall, Colin Farrell y Maggie Gyllenhaal, que aquí encuentra un registro mucho más propio que en ocasiones anteriores (El Caballero oscuro).
En definitiva, buen film para quienes gustan de este tipo de historias y un poso de esperanza.
P.d: una escena, la final, interpretando "The weary kind", el otro Óscar de la película.
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