Tan demoledor como real. A través de twitter llego al artículo de un emprendedor extremeño que harto de luchar contra las trabas de la administración ha decidido hacer público su calvario. Reproduzco fragmentos de pura realidad española...
“Cuando llegas a la administración lo primero que te encuentras es un montón de gente en la puerta. En un principio pensé que era gente esperando para hacer gestiones. Después me di cuenta de que eran funcionarios que salen a fumar a la calle, por lo que cuando entras encuentras grandes despachos con las mesas vacías. Eso sí, todos con las luces encendidas, a 24 grados en invierno y 19 grados en verano.”
“He visto a una funcionaria haciendo la compra por teléfono sin cortarse un pelo aunque yo esperaba y la estaba escuchando. He presenciado largas conversaciones de cómo han pasado el fin de semana. Los he visto llegar a las 9.30 horas sin control ni pudor alguno. Los he escuchado bromear con la fiesta del Pilar, que no había puente, pero que había gastroenteritis que duraban más de dos días. Los desayunos de la administración son de reyes. Van desde 40 minutos hasta 2 horas, sin control ni pudor, con paseos hasta cafeterías situadas a 500 metros.”
“He estado llamando desde el taller horas y horas para alguna gestión al número que me ha dado la propia administración y no he conseguido hablar con nadie. Me desplacé a estas oficinas y llamé desde el móvil para que llamaran desde el taller a ese mismo número. Delante de mí se puso a sonar el teléfono y nadie de las doce personas que estaban allí lo cogía. Me acerqué a la mesa más próxima y le dije que estaba sonando el teléfono y me contestaron que ese sonaba todo el día.”
“He tenido que aguantar malas caras cuando me he quejado. Incluso el murmurar de algún compañero de quien me atendía diciendo que somos verdaderos incordios. Es cierto que una persona dando tumbos por la administración dos años, gastando tiempo, gasolina, paciencia, derrochando prudencia para sacar un proyecto de investigación y desarrollo pueda parecer un incordio para los funcionarios.”
Esto no es un problema socialista ni del PP, esto es un mal endémico de España del que ningún político se atreve a hablar y sobre el que domina la demagogia... Sobran funcionarios, sobra Administración Pública, en primer lugar porque su proporción es desmesurada, pero segundo y más importante, porque no es un cuerpo a disposición del ciudadano (salvando excepciones esporádicas como bien recuerda el artículo), más bien al contrario... Actitud arrogante, falta de compromiso con sus funciones, dejadez profesional, horarios privilegiados,...
Uno de los errores del PSOE, cuando por fin reconoció la crisis, ha sido la falta de valentía y honestidad para afrontar este problema, más bien al contrario, durante estos años el empleo público ha seguido creciendo.. Se requería análisis, estudio y después acción. Sobraban titulares y medidas vacías que lejos de atajar los problemas, los dilataban y agrandaban... Ahora el PP, entre otras muchas cosas, tiene el deber de actuar de forma clara y transparente sabiendo que la demagogia que rodea este asunto caerá sobre él (oposición, sindicatos, huelgas,...). Sin un cambio de mentalidad en todo lo que rodea al empleo público será muy difícil que salgamos adelante en buenas condiciones (los no creyentes por favor repasen la tragedia griega actual).
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