Este mes de noviembre se ha cumplido el segundo aniversario de Goodbye San Francisco. Con algo de retraso, en parte debido a un inesperado viaje de trabajo a Los Angeles, me gustaría compartir algunas reflexiones sobre lo que ha sido este segundo año. Algunas cosas no tienen estrictamente que ver con el blog pero que de algún modo le afectan pues éste es, al fin y al cabo, un blog personal.
En lo relativo a mi vida privada, 2010 ha sido el año de Alvaro, mi primer hijo, una experiencia vital que solo acaba de empezar, cansada en muchas ocasiones pero de enormes recompensas. Dice que ser padre te cambia la vida, así es no hay duda, pero al menos yo estoy convencido de que a mejor.
En lo laboral, este año ha sido por fin el momento en que he dado el salto al área de preventa. Un salto natural que ha llegado cargado de trabajo y desafíos que han limitado el tiempo destinado a otras áreas de mi vida. Sin embargo he de reconocer que también ha supuesto una evolución profesional de la que estoy plenamente satisfecho.
En lo tecnológico, tres asuntos han marcado este segundo año de blogger. En primer lugar, la toma de contacto con el microblogging de la mano de Twitter y sobre todo Tumblr. Con Twitter he podido descubrir su enorme difusión y popularidad así como me ha ha permitido seguir de forma fiel a un grupo reducido de personas, cuyas ideas y pensamientos me resultan inspiradores. Del segundo me quedo con lo intuitivo, y también con lo plástico, su formato visual es tan sencillo como fascinante, no hay nada más que fijarse en la gran cantidad de blogs fotográficos que alberga. Así, es ahora una fuente inagotable de estupendas fotografías de diversa índole y de obras arquitectónicas de todo el mundo. Otra de sus utilidades es como archivo de enlaces, además de ser otra ventana más para alcanzar Goodbye San Francisco. El segundo evento tecnológico del año ha sido la adquisición del iPad, apenas unas semanas atrás, pero que está cumpliendo las expectativas depositadas en él, cambiando hábitos y costumbres. Por ultimo, mi reconciliación con Facebook, la omnipresente red social, ha venido de la mano de su evolución en algunos aspectos entre los que destaco la creación de páginas como por ejemplo la de este blog.
En cuanto a los temas tratados en el blog, destacaría dos claras tendencias. En la primera parte del año hice mucho hincapié en el tag economía-bolsa, una disciplina que me resulta cercana por mi faceta como inversor particular y en la que creo hay mucho de lo que comentar, sobre todo en estos tiempos tan convulsos en lo económico. El inconveniente es que me requiere bastante tiempo y en los últimos meses me ha sido verdaderamente escaso. La segunda parte del año, haciendo examen de lo ocurrido, la caracterizaría por el auge del tag arquitectura. Los motivos, dos, el éxito de esta temática que las estadísticas de Google Analytics transmiten y en paralelo, la cantidad de material que me proporciona Tumblr.
Siguiendo con las temáticas del blog no me gustaría dejar de comentar un par de temas. Cine, sin duda, un fenómeno en decadencia, escaso de títulos de interés. Efecto intensificado este año en mi caso por mi nueva situación personal como papá, que me impide asistir a la salas con la regularidad habitual. Series, todo lo contrario, una tendencia global en pleno auge, diversa, arriesgada y valiente, que da mucho de que hablar. Fenómenos como Glee o la calidad de Friday Night Lights me hacen seguidor confeso de bastantes series americanas. Tampoco hay que olvidar el panorama patrio en el que gracias a Águila Roja, este año hemos visto una notable revolución en los productos lanzados por las televisiones nacionales.
Comienza el tercer año de Goodbye San Francisco, otra vez un desafío, una aventura, que me encantará vivir y compartir, espero que os guste.
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