Este film británico de 2009 obtuvo buenas referencias e incluso optó a 2 Oscars en categorías de peso, mejor película y mejor actriz.
Una educación nos traslada al Londres de los 60, retrata la evolución de la sociedad de la época, que por un lado comienza a valorar e impulsar a la mujer y por otro mantiene claros lazos a la sociedad machista donde ellas sólo viven para casarse.
En este contexto la película se adentra en la vida de Jenny, una joven estudiante de instituto, amante de la música francesa, que aspira a ir a la universidad y vive en una familia humilde y esforzada. Todo en su vida cambia cuando aparece David, un apuesto hombre que entra en su vida descubriéndole el lujo, romanticismo, fiestas, viajes, que ella anhelaba conseguir...
La primer parte del film, anclada en una excelente ambientación y buenas actuaciones, consigue un resultado notable, trasladándonos a la Inglaterra de los 60 y su ambiente. La historia de la joven ingenua e inocente deslumbrada por hombre adinerado y atractivo convence.
Es, al empezar a ver la otra cara, la oculta, de David, cuando el film se resiente... La historia naufraga, pierde vigor, el planteamiento anterior merecía o requería otro camino. Tanto que la parte final se eterniza, el final nos deja fríos.
Bien Peter Saarsgard y sobre todo Carey Mulligan, excelente en su papel de inocente estudiante inglesa, prometedor debut.
En definitiva, Una educación nos deja una sensación irregular, apetecible de inicio, trabada al final. Uno de esos films en los que uno queda pensando que había potencial para mucho más.
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