Marzo de 2009. Laboratorios Rovi, una de las compañías farmacéuticas españolas más importantes presentaba unos números muy atractivos al tiempo que un potencial de revalorización elevado. Decidí entrar. A partir de esa fecha, curiosamente, los resultados comenzaron a no confirmar las expectativas, fijadas éstas por una dirección que aseguraba un creciminto de “dos dígitos”. Wl beneficio del primer semestre corroboró el cambio de tendencia pero el cuerpo directivo insistía en sus predicciones utilizando en parte como argumento los acuerdos con MSD y otro para la fabricación de la vacuna contra la gripe A.
Septiembre de 2009. La acción se había beneficiado del rally alcista bursátil y acumulaba un importante crecimiento. Paralelamente mi confianza en Rovi estaba en mínimos y el mercado empezaba a dar síntomas de agotamiento. Vendí. Poco después escribía acerca de la falta de reconocimiento de errores en Rovi.
Gracias a este análisis de Rankia, casi un año después, vuelvo a revisar las cifras y las noticias siguen sin ser buenas. En 2009 el beneficio se estancó, en 2010 lleva el mismo camino. Los acuerdos firmados el año pasado todavía no dan sus frutos y para colmo se ha anunciado un recorte del gasto sanitarioen España, su principal mercado con diferencia. La acción refleja estos malos datos y se encuentra lejos de los máximos de 2009.
Si la directiva tiene parte de culpa al lanzar mensajes erróneos y engañosos, después no corregidos, haciendo caso omiso a lo que dicen los números, mayor responsabilidad si cabe tienen los analistas que se empeñan en otorgarle un alto potencial de revalorización pese a todo. Otra muestra de la cautela con que hay que tomar los informes de los supuestos expertos del mercado.
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