Con mucho retraso he visto un título alemán que se alzó, para sorpresa de muchos, con el Oscar a la mejor película de habla no inglesa de 2007, Los Falsificadores.
El film nos cuenta una historia real de la Segunda Guerra Mundial. Los alemanes recluyeron en un campo de concentración a los mejores falsificadores de la época con la intención de fabricar libras y dólares falsos. Su intención era desestabilizar las economías inglesa y americana con ellos.
Sobre esta base se construye un film con muchos rasgos característicos del cine europeo. Sin muchos medios consigue una buena factura estética y una excelente ambientación. No hay grandes escenas de acción ni un ritmo endiablado. En el debe un guión que resulta a veces inconexo, le cuesta fluir, afectando a la narración, que no impregna, queda lago fría.
En su haber un montaje muy efectista, del gusto de la Academia y que, junto a otros puestos puntos fuertes, como la interpretación principal a cargo de Kart Markowics, la llevaron al Oscar.
Con sus aciertos y errores, sin ser una obra maestra, se erige en un film de visionado recomendable.
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