Experimental, así es como se puede calificar Ashes of time redux, una de las primeras películas del aclamado director Wong-kar Wai y que en 2009 reeditó con algunas escenas nuevas para finalizar un trabajo que consideraba inacabado debido a la falta de presupuesto en sus inicios.
El responsable de Deseando amar (In the mood for love) o My blueberry nights comenzaba su carrera probando cosas y del resultado se pueden destacar un par de aspectos. Uno, negativo, la falta de consistencia de un guión inconexo, difícil de seguir. Recordemos, además, que su estilo, caracterizado por escasos diálogos requiere un perfecto equilibrio entre ritmo e historia que por entonces no dominaba. Otro, positivo, el potencial estético de este director, capaz de lograr imágenes tan bellas como perfectas.
Así pues, Ashes of time redux se erige en un film irregular, de notable factura visual y deficiente argumento, destinado a los admiradores de Wong-kar Wai, aquellos que desean conocer los primeros pasos y evolución de uno de los mejores directores del cine actual y representante junto a Zhang Yimou, de la escuela del cine asiático y en concreto de ese que ensalza el componente estético por encima de todo.
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