Este sábado leo en Cindo Días un artículo acerca de Ebro Puleva y su venta del negocio lácteo a la francesa Lactalis y no puedo evitar pensar en las incongruencias que a mi modo de ver tienen los analistas en ocasiones. No es la primera vez que pongo en duda sus criterios. Ya critiqué aquí sus opiniones acerca de ACS y OHL en determinados momentos. No obstante esto no quiere decir que no crea su función necesaria y muy valiosa para los inversores particulares. Lo que pasa es que los hay mejores y peores, y sobre todo pienso que muchos se encuentran demasiado atados al día a día, con la necesidad de verter recomendaciones periódicas.
Analicemos el caso que nos ocupa, Ebro Puleva, recientemente incluida en el Ibex. Empresa alimentaria española con un nivel de deuda controlado y con unos valores de BPA y ROE bajos pero en mejora constante. Así las cosas decide vender su negocio lácteo (que le danombre, Puleva) para concentrarse en los del arroz y la pasta. La venta se ha realizado a un precio mayor del esperado y por tanto es bien recibida ya que además vendrá acompañada de un dividendo extraordinario.
Hasta aquí todo correcto. Pero cuál es el futuro de la compañía? Ante tales cambios relevantes en el negocio, cómo se puede tener claro la fiabilidad de sus resultados? Se espera que el dinero recaudado sirva para potenciar los comentados productos estratégicos, arroz y pasta, mediante una internacionalización de la compañía que le dé presencia en otros mercados. Loable pero poco concreto. Sin embargo las recomendaciones de compra son mayoría.
Cierto que Ebro Puleva es una compañía de carácter defensivo pero sin tener sobre la mesa un plan estratégico claro y definido, cómo se puede apostar por la generación de valor en los próximos años? Sólo una mención explícita a la capacidad de su directiva podría sostener con fundamento este argumento.
No olvidemos además que la compañía cotiza a un PER por encima de 18 y que dos de los accionistas de referencia, Caja España y Caja Duero, han anunciado su posible salida del valor.
En definitiva, no digo que Ebro Puleva sea mala empresa sino que en este momento de incertidumbre y nuevo rumbo, a los precios que cotiza, no me parece un valor de compra, contrariamente a la opinión de la mayoría de analistas.
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