Como ya he comentado, he sido padre recientemente. Intrínsecamente esto implica un buen número de trámites administrativos. Hoy aprovecho para comentaros mis impresiones.
Vaya por delante que, cuando uno habla con sus padres e incluso con amigos que emprendieron esta aventura años atrás, le queda claro que las cosas han mejorado ostensiblemente en cuanto a ayudas y permisos. No hay color. España sí da síntomas de evolución en este terreno.
Lo preocupante, a mi modo de ver, son las diferencias en la gestión según el trámite que se esté realizando. Significativo el laberinto de la Seguridad Social. De verdad no hay manera de agilizar los pasos para incluir a un hijo y cursar las bajas de maternidad y paternidad? O es que falta intención? O es que estamos ante una administración atrapada en un inmerso mar de funcionarios cuyo papel hay que justificar? Más me parece esto último.
Claro que la agradable sorpresa llega cuando la famosa ayuda de los 2.500 euros sólo necesita una llamada telefónica. Bien por Hacienda! Ahora, cómo se puede exigir a las Comunidades austeridad y coordinación cuando los propios ministerios son entidades independientes? Desde aquí proclamo la necesidad de una Administración con una imagen única y solvente que ofrezca ejemplo de modernización y servicio al ciudadano. Un verdadero escaparate de España.
Pensemos por ejemplo la sensación de una alemán o un belga al llegar al Registro Civil… estupor cuanto menos!! Primera impresión demoledora que, todo hay que decirlo, luego mejora algo…
En estos tiempos difíciles España requiere un Estado eficaz y productivo, abierto a las nuevas tecnologías, alejado de la concepción actual de “funcionarios para toda la vida y salir a las 15H”.
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