Hace unas semanas (he dejado este artículo demasiado tiempo, lo sé) estuve con unos amigos en Priveé, local concebido por sus creadores como el primer Champagne Bar de Madrid. En realidad nos encontramos con un multiespacio que combina una zona de copas con otra de restaurante, cada una en una planta diferente... Había visto imágenes a través de su web y realmente al visitarlo comprobé que es un sitio elegante y sofisticado con una muy cuidada decoración.
De aperitivo algunos tomamos refrescos/cerveza y otros cocktails. Luego probamos varios de los entrantes.... Aperitivo priveé, el más flojo, el queso no deleita y el resto no convence... Foie gras sobre pan brioche, delicioso, una cita obligada... Humus con pan de pita, bueno sin más... Degustación de quesos en la que sobresalía la torta del casar, exquisita...
A los segundos... yo me decanté por el Lomo de atún rojo, muy sabroso y acompañado de una salsa de berenjena correcta aunque algo fuerte... Otros tomaron el tartar de atún rojo y pude probarlo... sencillamente muy muy rico. Mi mujer optó por la carne, en concreto el hojaldre de solomillo de buey, sorprendente de presentación, ración abundante y sabor correcto.
Para postre, bomba de chocolate a compartir... perfecta para redondear la cena...
Tomamos vino blanco para acompañar... nos decidimos por un vino sudafricano que nos recomendaron... gran elección pese al escepticismo inicial... lástima que sólo les quedaba una botella y la segunda tuvo que ser otro vino nacional de inferior nivel...
En lo negativo, un ambiente cargado (hacía algo de calor) y los elevadísimos precios del champagne, que no permiten atraverse a probar sus numerosas referencias... Al salir me fijé que ninguna de las mesas tenía champagne en la mesa...
Todo nos salió por unos 50 euros por persona, que está bastante bien considerando que tomamos dos botellas de vino y cocktails en el aperitivo...
La sensación que me queda es la de un lugar ideal para tomar algo ligero de calidad con los amigos, sobre todo el foie y el tartar de atún, y acompañarlo con un buen cocktail o una copita disfrutando de un buen ambiente... una interesante oferta, más allá del restaurante tradicional...
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