Alexander Payne dirige una tragicomedia, ubicada en Hawai, alrededor de un accidente, un matrimonio en descomposición, un marido engañado y un padre que no sabe como ejercer...
Payne apuesta por un planteamiento nostálgico, tristón y de cierto aire patético, con el que nos seduce y nos lleva por ese mundo de desconcierto y sentimientos encontrados. Depositando gran parte del resultado sobre los hombros de George Clooney. Actor no de mi especial predilección pero que aquí, sin poder salvar algunas limitaciones, se entrega en cuerpo en alma a un personaje muy jugoso.
Notable film, que puede atragantarse a quienes necesiten ritmo (aquí las cosas van tranquilas) y cuya banda sonora, de sonidos made in Hawai, no acaba de funcionar del todo. Aun así una de las mejores películas de los últimos meses.
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