martes, 7 de abril de 2009

Eleventh hour (La hora 11), está bien sin más


Ayer se produjo el estreno en la Sexta de Eleventh hour o La hora 11, adaptación a cargo de Jerry Bruckheimer de una mini serie inglesa, interpretada por Rufus Sewell y Marley Shelton.

La hora 11 nos cuenta las desventuras de un científico, el Dr Hood, que trabaja para el FBI y se dedica a recorrer el país resolviendo casos con componente científica junto a una detective.

Tras ver los dos primeros episodios, el resultado es irregular.. el piloto naufraga en introducirnos en el contexto de la serie, nos confunde sobre sus bases, cosa que sin embargo consigue el segundo capítulo de forma más acertada...

Tomando éste como referencia, Eleventh hour tiene lo mejor y lo peor de los procedimentales (series basadas en casos cada capítulo) que abundan en el panorama de series americanas... Lo mejor, es un género trabajado, con recursos y un amplio bagaje del que nutrir los contenidos... Además la presencia de Sewell aporta solvencia al personaje principal... Lo negativo, la dificultad de encontrar un atractivo especial a una serie que repite demasiadas cosas de sus predecesoras, que llega tarde a cubrir un espacio ya ocupado... Otro problema es la total dependencia de los dos protagonistas, al no haber más personajes fijos, que limita las posibilidades de desarrollar la serie...

En resumen, está bien, pero nada más... considerando que estamos viendo El Mentalista y Bones... además de otras cuantas, por el momento no creo que la sigamos... Los datos de audiencia no han sido malos así que al menos tendrá continuidad en la Sexta...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Llevo un tiempo en que veo la tele a la hora de comer y los sábados y domingos para acompañar la siesta.

Anoche se me ocurrió encenderla y por más zapping que hice entre mis canales analógicos, no encontré nada apetecible. Lo más apetecible fue House, y cada vez más me parece un cínico insoportable.

Apagué la tele y me puse a leer. Stefan Zweig, "Mendel, el de los libros". Muy corto, casi un cuento. Lo leo despacio para saborearlo más tiempo. Es delicioso.

Al final, convertiré la tele en una pantalla grande para el PC.