Leo en Cinco Días un artículo en el que destacan la globalización de las series, en concreto de las americanas, claras dominadoras del mercado. Muchos son los indicadores de este fenómeno... Cada vez se estrenan con menor retraso en países como España, hasta el punto que el último episodio de Perdidos se emitirá en directo para todo el mundo. Sus actores y hasta los dobladores ganan sueldos astronómicos que nada tienen que envidiar al cine. Los movimientos (webs, foros, eventos) alrededor de series como Héroes son enormes espacios para la publicidad y la venta de productos...
Está claro que el mundo de las series es sin duda una industria con enorme potencial y de gran repercusión en los espectadores que, sin embargo, estaba atrapada por un sistema arcaico de distribución que impedía su explosión. Explosión que ha llegado por una mezcla de factores entre los que se encuentran el cambio de mentalidad de las productoras, que han sabido comprender el potencial de la red, y ahora están dispuestas a hacer llegar sus programas de forma online (ya sea en sus propias páginas o en plataformas como Hulu). Fundamental también el papel de las descargas P2P, que han logrado acercar Perdidos, House y otras muchas a los espectadores de todo el mundo, empujando a la industria a moverse.
Finalmente, no me gustaría olvidarme por supuesto de la creatividad y riesgo de unos guionistas que, a diferencia de lo que pasa con el cine, han dado como resultado un nuevo modelo de series tremendamente atractivo y adictivo (Damages, House, CSI, Prison Break, Heroes,...). Mientras Hollywood se pierde en películas absurdas y vacías, en las que lo único que importa es el humor barato o los efectos especiales, en las series podemos ver, por ejemplo, ingenio y desparpajo (Big Bang Theory), tramas policiales de altura (Flashpoint), dramas juveniles (Friday Night Lights) mucho más interesantes de lo que podrían ser a priori,...
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