Pese a hacerlo con cierto retraso no quiero dejar sin comentar la Gala de los Premios Anuales de la Academia de Televisión, celebrada hace casi un mes. Un ejemplo de lo que NO debe ser una evento de este tipo...
En Vayatele pudimos leer "enorme chapuza ofrecida y de la ridícula imagen que el sector dió en una gala plagada de fallos inverosímiles y de situaciones surrealistas"... "Se transmitió una sensación de cutrez alucinante"... "desde la ATV tendrán que dar explicaciones y responder por este desastre. Prometo que no he visto nada igual"... Suscribo todo lo anterior, y más sabiendo que la retransmisión no fue en directo sino con media hora de retraso... inexplicable que el resultado fuera tan patético...
Sólo estoy en desacuerdo con esto "doy por sentado que en este tipo de eventos van a producirse fallos, que son aburridos por definición y que, en los intentos de agilizar, las cosas pueden salir mal"... Las características de estas galas implican, es cierto, el que pueda haber errores, cosa que sinceramente creo que todo el mundo entiende, y en muchas ocasiones quedan como momentos simpáticos y otras se olvidan por su insignificancia... Pero de eso a que todo sea un despropósito hay mucho, y no se puede admitir cuando precisamente quien organiza es la organización que trata de mejorar nuestro sector televisivo... Pero ante todo no coincido en lo de que este tipo de eventos tengan que ser de por sí aburridos. No resulta fácil lograr que sean entretenidos, sólo hay que ver que los Oscars, los Grammys,... sufren muchas veces esta enfermedad... La dificultad no debe sin embargo asumirse como un hecho sino afrontarse como un reto.
El ejemplo lo encontramos precisamente en las referencias americanas... Agilizar la gala, enriquecerla con momentos divertidos, y ante todo encontrar un presentador a la altura, capaz de llevar el peso de lo que acontece, de dar contenido... Al otro lado del Atlántico, tras el vacío dejado por Billy Crystal y no sin algún traspiés, ahora disfrutan con Hugh Jackman y Neil Patrick Harris, espléndidos ambos en los pasados Oscars y Tonys, respectivamente.
Señor Campo Vidal, nadie pone en duda su trayectoria, pero un evento como el de este año no es admisible, no hay nada que aprender de él salvo que nada estuvo bien... Y si la Asociación que supuestamente debe ser la referencia del sector televisivo no aporta a nuestros canales cosas positivas, qué sentido tiene? para qué tenerla?
No hay comentarios:
Publicar un comentario