Hace ya unos años que la Marvel decidió llevar a la pantalla X-Men, uno de sus más conocidos cómics. Para ello eligió a Bryan Singer, en aquel entonces un prometedor director que había alcanzado el éxito con Sospechosos habituales. El éxito de crítica y público fue unánime. La secuela, X-Men 2, también obtuvo el beneplácito general aunque, desde mi punto de vista sin llegar al mismo nivel y con claros síntomas de fatiga. Desvinculado Singer, Brett Ratner asumió la dirección de la tercera entrega cosechando un sonado fracaso que acabó con el futuro de la saga.
La Fox, consciente del potencial del producto, decidió entonces retomar X-Men mediante una precuela... Y el elegido no podía ser otro que Lobezno, el más carismático de los personajes encarnado además por el mediático actor Hugh Jackman... Si la fórmula tenía éxito habría más precuelas basadas en otros personajes... Así, y tras una intensa campaña publicitaria, llegó a nuestras pantallas X-Men Orígenes: Lobezno, dirigida por Gavin Hood, ganador del Óscar a la mejor película extranjera en 2005 por Tsotsi.
La película se puede decir que cumple con los objetivos básicos de un blockbuster... ritmo, acción a raudales, efectos especiales y guapo protagonista exhibiendo cachas para deleite de las féminas... El entretenimiento está asegurado, el metraje es idóneo y la historia queda más que preparada para nuevos episodios... Hasta ahí todo bien...
Sin embargo los problemas son varios... y es que cuando uno repasa lo visto se encuentra con un puñado de arquetipos que siguen las recetas estándares demasiado fielmente... la historia de amor es tan efímera como poco creíble y consistente... los toques de humor no son reseñables y los anunciados efectos especiales (cuántas veces nos han enseñado la escenita del helicóptero?) no son nada del otro mundo... Una vez más, semejante proyecto se fundamenta en un guión precario, impropio de tanto despliegue de medios y que respira superficialidad en cada escena...
En lo que se refiere al reparto... convence Liev Schreiber en su papel de hermano malo mientras que decepciona Hugh Jackman por culpa de cierta sobreactuación y el empeño del director en que acapare cada escena... El mismo fin de semana del estreno vi en la Tv parte de X-men 2 y resulta curioso la diferencia del papel de Jackman en ambos films... la presencia más contenida y oscura en X-men 2 cuadran mucho mejor con el personaje que el constante lucimiento de Orígenes...
Poco más se puede decir de una película tan esperada como olvidable a la que se le debe exigir más por la entidad del cómic y la potencia de la primera de las películas... Y es que la singularidad y carisma de X-Men se difumina en pos de un show mediático donde poco importan la historia y sus personajes... Los buenos resultados en taquilla, no obstante, auguran más entregas...
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