El cine argentino produce buenas películas en los últimos tiempos, Daniel Burman es uno de los responsables. Mi primer contacto con su cine fue su film de 2006, Derecho de familia. Las sensaciones positivas me llevaron a intentar ver, aún con retraso, El nido vacío, estrenado en 2008.
El planteamiento, el síndrome del mismo nombre, que suele afectar a los padres cuando sus hijos se van de casa. Un tema con potencial.
Burman, fiel a su estilo cercano y humano, nos acerca a una pareja madura cuyos hijos han hecho sus vidas. Momento difícil de dudas, de recelos, de ansiedades. En tono de comedia ligera, el director nos adentra en estas situaciones.
Protagonizan, la conocida Cecilia Roth y Óscar Martínez.
Nuevamente buenos resultados, película entretenida, de personajes. Lo peor, que el guión no alcanza la plenitud que la idea original ofrecía, al final uno se queda con la impresión de que faltan cosas, que había material para más… En cualquier caso, habrá que seguir la trayectoria de Daniel Burman.
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