Ubicado junto a la calle Montera, podemos encontrar el Pink Shusiman, un japonés fashion de los que tanto abundan en Madrid. La primera impresión es clara, un local llamativo y colorido, un look muy fashion. Después, una vez sentado y observando, uno se da cuenta que también hay muchos detalles propios de un sitio fast food, lo que le hace perder un poco de encanto.
El local es alargado y estrecho, se distribuye en base a una zona central que sirve de cocina al descubierto y alrededor de la cual gira la cinta típica de los japoneses por donde van girando los platos según se van preparando. Nada más entrar tenemos la parte de la barra, individual, mientras que más al fondo se encuentran las mesas, todo con acceso directo a la cinta.
En cuanto a la comida, típicas recetas de sushi, nigiri y maki junto con alguna ensalada y ración de algas. En general todo a buen nivel. Los postres, que también circulaban por la cinta, fue lo único que no me cuadró con el resto de platos. Para beber nos decantamos por unas cervezas japonesas que la verdad fueron bastante normalitas.
Todo por unos 46 euros para dos. Su situación en pleno centro provoca que uno se pueda encontrar con alguna cara conocida de la televisión o el cine, sobre todo entre semana.
En resumen, una opción muy aceptable para comer japonés en el centro, a buen precio, y no tan fashion como parece.
2 comentarios:
No he estado en el japo, pero en esa misma calle está el Rincon Abulense. Cañas y tapitas con la caña muy buenas!
Oído cocina! Lo apunto en la lista de próximos
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