Tras el gran final de temporada de la T3, El Mentalista comienza su nueva entrega con energía gracias a la inercia, pero poco después de vuelta a los casos del día a día, la serie se resiente de forma importante evidenciando la gran deficiencia de este procedimental... Patrick Jane no brilla por sí sólo, Jane es quien es gracias a John el Rojo, quien sin aparecer en pantalla, acapara un protagonismo cada vez mayor... Todo lo relacionado con él provoca un salto de intensidad notable en la serie.
El Mentalista sigue siendo incapaz de ampliar su repertorio, de dar más cabida a sus personajes secundarios... En esta T4 Rigsby y Cho ofrecen algo más que en pasadas entregas pero el enfoque timorato evita que puedan realmente aportar valor al resultado...
Lo dicho, cada vez más El Mentalista se sostiene sólo gracias a John el Rojo, una dinámica peligrosa que personalmente creo que sus creadores deberían afrontar cuanto antes...
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